Pastoral Juvenil Salesiana

La Pastoral Juvenil está iluminada por la orientación recibida desde el criterio oratoriano presentado por San Juan Bosco, ya que cada obra salesiana el ser casa que acoge, parroquia que evangeliza, escuela que educa y patio para hacer amigos. Deseamos desde esta iniciativa, evangelizar y educar a los niños y jóvenes para que sean buenos cristianos y honrados ciudadanos y respondan al llamado-vocación que Dios haga en sus vidas.

Dimensiones

Los diferentes objetivos, intervenciones y acciones de la Pastoral Juvenil Salesiana, mutuamente entrelazados entre sí, orientados hacia la misma finalidad se expresan en cuatro dimensiones:

Dimensión Evangelizadora

Evangelizar a los jóvenes es la prima y fundamental finalidad de nuestra misión. Nuestro proyecto está radicalmente abierto y positivamente orientado a la plena madurez de los jóvenes en Cristo y a su crecimiento humano, ofreciendo un itinerario de evangelización y educación en la fé.

Dimensión Educativa

Nos dirigimos a aquellos que tienen la necesidad de apoyo en su crecimiento humano; en cuanto a los contenidos, asumimos la instrucción, la cultura, la preparación al trabajo, el tiempo libre, como parte del camino de fe; en cuanto al método, evangelizamos educando.

Dimensión Vocacional

Nuestros objetivos de educación y evangelización tienen como centro a la persona, y ayuda a ésta a realizar su propio proyecto de vida según la llamada de Dios en la vocación. Por esto, la opción vocacional es una dimensión siempre presente en todos los momentos, actividades y fases de nuestra acción educativa y pastoral.

Dimensión Asociativa

Implica un ambiente de participación y de relaciones amistosas y fraternas; un modo comunitario de crecimiento humano y cristiano. Donde se favorecen todas las formas constructivas de actividad y de vida asociativa, como iniciación concreta al compromiso en la sociedad y en la Iglesia.

Ecosistema Salesiano

Toda obra educativa salesiana no es simplemente un espacio físico, por muy agradable que sea, sino un ambiente educativo, un ecosistema pedagógico. Para Don Bosco, la educación que él propone, se realiza, en primer lugar, en y a través de un “medio ambiente vital”, en una atmósfera saludable donde los niños, las niñas, los y las jóvenes respiran y viven intensamente los valores humanos y cristianos que oxigenan y revitalizan el cuerpo y el espíritu y donde se desintoxican de cuánto puede atentar contra su salud corporal, psíquica y espiritual.

Casa

Escuela

Parroquia

Patio

Taller

Patria

Creación

Propuesta Pastoral

La propuesta pastoral es concebida como la idea fuerza que dinamiza la acción educativa pastoral de las comunidades educativas salesianas. Por otra parte, es el vínculo de comunión entre las Inspectorías FMA y SDB de la Colombia Salesiana.

Nuestra propuesta es: Hagamos un pacto, cambiemos el mundo. Se trabajará durante tres años y se divide en temporadas. Adicionalmente, cada temporada se subdivide en capítulos que son ejes temáticos para desarrollar en nuestra acción educativa.

La propuesta pastoral tiene una inspiración en diferentes acontecimientos eclesiales, salesianos, colombianos e internacionales. Dos de sus principales fuentes de trabajo son la encíclica Laudato Sí del Papa Francisco y los objetivos del Pacto educativo Global. De la misma manera, tiene una mística propia que se manifiesta en los elementos de su logo. Anímate a conocer la justificación y el significado del logo:

Descargar Justificación Propuesta Pastoral

Descargar Significado del Logo

Temporada 1: Hagamos un pacto cultivemos la vida

Estamos invitados a asumir juntos el llamado a CULTIVAR LA VIDA. Cultivar implica una acción de cuidado, atención, guía y acompañamiento. Se CULTIVA para obtener frutos. En la vida de cada uno de nosotros, Dios siempre se ha manifestado como ese sembrador que busca CUIDAR Y CULTIVAR la vida de sus hijos. Creemos en un Dios que nos ha pensado, nos conoce, nos cuida con amor y nos consagra cada día enviándonos a cumplir una misión específica de anuncio y profecía. Estamos llamados a convertirnos en las manos de Dios que asumen la misión de CULTIVAR y CUIDAR, así como Dios mismo lo ha hecho con nosotros.